ERIKA "In The Arms Of A Stranger"

(MTM / Goi Music)

Tras la reedición de “Cold Winter Night”, MTM continúa rescatando la discografía de la ex señora de Malmsteen, Erika Norberg. En esta ocasión es “In The Arms Of A Stranger” la segunda obra de la rubia vocalista sueca la elegida por la compañía germana para volver a la actualidad musical. Un disco que básicamente sigue la misma línea que su predecesor, moviéndose en el difícil y casi inapreciable límite del pop rock y el A.O.R. de corte escandinavo que cultiva esta chica. Un trabajo que tiene buenos temas, es fácil de oír, y en el que evidentemente lo más destacable es la voz de Erika, muy melódica, muy popera, y en la que se echa en falta un poco más de garra. Y en cuanto a la música pues prácticamente lo mismo, muy bonito, estribillos sencillos y pegadizos, bastante bien hecho (sobre todo los coros y los teclados), pero con poca presencia de las guitarras (aunque se notan) y con la batería electrónica excesivamente protagonista para mi gusto. Esta claro que el disco de rock tiene lo justo, pero en cualquier caso si tiene una dosis de comercialidad y de calidad en sus temas que le hace atractivo para los seguidores del rock más tranquilo y accesible. Se abre el trabajo con dos de los temas más destacados “Wake Me Up When The House Is On Fire” en el que se nota la mano de Jack Ponti en la composición comercial a rabiar, al igual que “Rock Me Into Heaven” más acústica y tranquila y que es ideal para que te la canten al oído. Más poperas “Game We Play”, “Made Of Stone” (con un montón de arreglos de teclado) o “Shadows In Rain” en las que parece la mismísima Belinda Carlise (la de “La Luna, La Luna”). Más dramática se pone en la balada que da título al disco, un buen corte, como lo son “Easy Come, Easy Go” y “Walk Into My Heart” algo más rockeras y movidas, pero sin pasarse, no se vaya a despeinar. Destacable “Danger In Disguise” un tema muy bien construido a base de melodías de voz, teclados de acompañamiento y arreglos de guitarra y saxo, aunque sigue con la batería excesivamente hueca. Pone punto final al trabajo con “Fall From Grace” una correcta balada en la que prácticamente sólo están la voz y el teclado, y que no pasará a la historia entre las mejores. En resumen, un disco muy buscado en su momento por los Indiana Jones del A.O.R. y que ahora está a disposición del gran público, entre el que posiblemente tendría más éxito que entre el personal más rockero.

Mariano Palomo